Rompe la emulsión combustible / agua permitiendo a las dos fases separarse.
Reduce la suciedad en los inyectores.
Restaura la lubricidad perdida como resultado de la refinación de los combustibles de bajo y ultra bajo azufre, evitando el desgaste de los componentes que tienen contacto con el diésel.
Reduce el ruido de combustión.
Reduce las emisiones y humo negro durante la misma.
Reduce costos de mantenimiento y tiempos fuera de unidades.
Mejora el flujo de combustible a bajas temperaturas.
Extiende la vida del vehículo.
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